lunes, 23 de abril de 2012

CUENTO: EL ÉXITO DE JONÁS


En un lugar muy lejano del Polo Norte, acababa de nacer el último oso polar de cola negra. Le llamaron Jonás.
Era pequeño para su edad, simpático, muy activo, y siempre estaba buscando algo. No se separaba de sus padres, y siempre estaba sonriendo.
Como era tan activo, no paraba ni un minuto quieto, solo quería llamar la atención de sus padres. Como consecuencia de ello, las caídas eran frecuentes, pero solamente el hecho de sentir a sus padres cerca, las miradas de cariño y comprensión que éstos le mostraban, hacían que Jonás se levantara una y otra vez.
Cada día tenía más confianza en sí mismo.  
A medida que Jonás iba creciendo se iba dando cuenta de las capacidades y cualidades que poseía, asentándose éstas  a medida que las ponía en funcionamiento, por ejemplo:
Escuchaba los sabios consejos de sus padres.
Se daba tiempo y se armaba de paciencia a la hora de pescar en el río
Analizaba los errores cometidos cada vez que no pescaba e intentaba mejorar día a día.
Sobre todo era un gran observador
Por eso cada día tenía más confianza
Jonás era un oso auténtico, único y especial, ya que tenía la cola negra, y eso es algo muy raro de encontrar. Le gustaba siempre pedir la aprobación de sus padres, y le encantaba que le escucharán contar  las aventuras ocurridas en el día.
Eso le hacía sentirse bien, era respetado y valorado por sus padres y el resto de la manada.
Esto le hizo tener una mayor confianza y una gran autoestima.
Tenía muchos amigos, y todos confiaban en él ya que era muy respetuoso con todos, sabía escuchar y guardar secretos. 
Todos sus amigos querían ser amigos suyo porque Jonás generaba:
üOPTIMISMO
üBIENESTAR
üALEGRIA
üLIBERTAD
üY MUCHA SEGURIDAD 
Tenían la creencia de que Jonás era el oso polar más  capacitado, para actuar de la manera más adecuada, en cualquier situación, y sabían que siempre estaría  ahí para lo bueno y para lo malo.
Era tan alta la confianza que tenía Jonás, que en muchas ocasiones se aventuraba en el bosque, sin miedo  a lo que le pudiera pasar. Todos los días aprendía cosas nuevas, experimentaba continuamente, en definitiva, vivía el día a día. 
Un día su amiga Sony, la foca, le preguntó:¿por qué eres tan seguro, tienes tanta confianza en ti mismo y nos la transmites? Jonás pensativo le contestó:la confianza la tenemos que trabajar todos los días, asi que debemos: Tenemos que conocernos bien a nosotros mismos
qTenemos que ser honestos
qSer activos (opinando, eligiendo, escogiendo)
qTenemos que valorar nuestras capacidades
qTenemos que establecer relaciones de calidad donde predomine la comunicación, apertura, sinceridad y positivismo
qTenemos que ser constantes
qTenemos que ser naturales. 
Además prosiguió Jonás:
La confianza nace de nuestro interior, su crecimiento y desarrollo va ligado a las relaciones que mantenemos todos los días y a las respuestas que obtenemos de ellas.
Nos acercamos a quienes nos miman y cuidan pero rechazamos a los que minan nuestra confianza.
Para que exista relación de amistad es imprescindible que haya CONFIANZA como punto de arranque y garantía de buena salud en nuestras relaciones 
Jonás y  Sony eran los mejores amigos.
Un día se encontraron en el bosque una charca con muchos peces. Prometieron guardar el secreto, pero no pudieron disimilar su alegría. La ardilla Fredy les vio y les preguntó: ¿por qué no me contáis vuestro secreto?. Al final de mucho insistir, confiaron en Fredy y le contaron el secreto.
Al día siguiente cuando fueron a la charca para coger unos de los peces encontrados, vieron con asombro que ya no había ninguno. Comprendieron que Fredy  había traicionado la confianza depositada en él, al contar el secreto a medio bosque.
Desde  ese día Fredy no volvió a  ser amigo  de Jonás y Sony. Fredy se dio cuenta que la CONFIANZA es un bien que hay que cuidar.  
Jonás y Sony volvieron al bosque y en un recóndito lugar en contaron una charca enorme y con miles de peces.
Jonás, que como ya os he contado, era un aventurero, se le ocurrió la brillante idea de comerciar con dichos peces.
Por las mañanas cogía su cesta de peces, y se iba a venderlos  a los osos pardos del lugar. Su padre que  era muy sabio le daba todos los días una serie de consejos que fueron los siguientes:
1.Las relaciones con los osos pardos se deben basar en la confianza no defraudada. Un oso descontento es un oso que has perdido y además difundirá su malestar en la manada.
2. La buena imagen tuya va a depender de si cumples lo prometido respondiendo a las expectativas (compromiso)
3.La fidelidad del oso se logra si se cubren sus necesidades
4. La confianza genera negocio
5. Si quieres ganarte al oso pardo debes: 
  • Creer que los peces que vendes son buenos para los osos (calidad, servicio, etc). Las dudas impiden el cierre de la venta
  • Conocer las características del pescado como oso que eres te da seguridad y hay que mostrarlas de una manera clara, sencilla y concreta.
  • Evitar hablar mal de la labor que hace el zorro.
  • No exagerar y no hacer falsas promesas
  • Presentar testimonios verdaderos de éxito
  • La imagen que des tiene que ser de confianza (sonrisa, amabilidad, cordialidad, etc)
    Jonás después de unos días trabajando comprendió lo que le dijo su padre:
    Lo que el cliente compra primero es al OSO /VENDEDOR 
    La primera impresión es la que cuenta
    MORALEJA:
    La confianza en sí mismo es el secreto del éxito, y eso es lo que Jonás consiguió en su vida personal y profesional

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